Luchando contra la violencia machista en América Latina
El movimiento feminista y de mujeres en América Latina y el Caribe ha sido el principal motor para el reconocimiento y la defensa de los derechos humanos de las mujeres y niñas, incluyendo su derecho a vivir una vida libre de violencia y de discriminación.
Desde el área de mujeres y género de PADF buscamos apoyar y potenciar los esfuerzos de coaliciones y organizaciones de mujeres locales, nacionales y regionales a través del acompañamiento, la capacitación técnica, y la generación de conexiones estratégicas. También, promovemos espacios para incidir e intercambiar experiencias en torno a la eliminación de la violencia y la defensa de los derechos de las mujeres.
A través del proyecto regional “Fortalecimiento de capacidades para prevenir y responder a la violencia de género” financiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos (2020-2023), PADF puso en práctica una serie de estrategias y actividades que respondían a las necesidades de fortalecimiento, empoderamiento y vinculación de las organizaciones de mujeres. Una de las iniciativas de mayor impacto fueron los encuentros de mujeres integrantes de organizaciones de derechos humanos.
Los encuentros son espacios de al menos tres días donde un grupo de mujeres (entre 15 y 20) se reúnen para fortalecer su bienestar mental y físico, dedicar tiempo al autocuidado, aprender de feministas conocidas internacionalmente e intercambiar con sus pares ideas y estrategias.
Es decir, en estos espacios se fomenta el aprendizaje, la conexión y el autocuidado de las participantes y equipo organizador.
Los encuentros de mujeres de PADF son espacios en donde las participantes:
– Adquieren conocimientos, intercambian ideas, estrategias y buenas prácticas, y ponen en práctica los nuevos aprendizajes.
– Comparten experiencias, se inspiran y apoyan mutuamente y fortalecen sus lazos.
– Conectan cuerpo y mente, y reflexionan sobre la importancia del autocuidado para garantizar su bienestar y la sostenibilidad del movimiento de mujeres.
Con frecuencia, la capacitación en derechos humanos se centra en el estudio de los principios, conceptos y estándares de derechos humanos contenidos en tratados internacionales, resoluciones y casos. También suele enfocarse en el contenido de la constitución y legislación nacional y estatal relacionada con los derechos humanos, y en los recursos y mecanismos para el acceso a la justicia y reparación. Sin embargo, este enfoque tradicional no atiende los riesgos y las necesidades de las personas que defienden los derechos humanos, y que enfrentan múltiples desafíos profesionales y personales.
Como lo ha señalado la Relatora Especial sobre la situación de los Defensores de los Derechos Humanos, muchas defensoras de los derechos humanos trabajan en entornos en los que, además de hacer frente a la violencia, las restricciones legales, los ataques físicos, la intimidación y la criminalización como consecuencia de su labor en pro de los derechos humanos, también deben luchar contra valores patriarcales profundamente arraigados que no las consideran agentes iguales o legítimos. Frecuentemente ejercen su labor en entornos conservadores en los que los roles de género están rígidamente definidos, los riesgos que corren esas mujeres aumentan aún más como consecuencia del incremento de la militarización en una situación de guerra o crisis. (A/78/131)
Las amenazas y los desafíos que enfrentan las defensoras de derechos humanos tienen un impacto en su salud mental. Estas se manifiestan en:
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Estrés
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Ansiedad
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Cansancio o fatiga frecuente
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Depresión
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Falta de concentración
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Insomnio